Según confirmaron a este diario fuentes cercanas a la negociación, la mesa de trabajo constituida en noviembre del año pasado por las principales organizaciones de autónomos, la patronal, los sindicatos y la Agencia Tributaria ha llegado por fin a un texto -a falta de ligeros retoques- sobre las principales medidas que deben constituir la futura reforma fiscal para los autónomos y se desarrollaría en los próximos años. Según los agentes sociales, la ventaja de haber consensuado este texto es que ya se ha adelantado tiempo y trabajo, porque el documento cuenta con el beneplácito de todos los interlocutores y se ha hecho, mano a mano, con los técnicos de la Agencia Tributaria. Es decir, cuando toque materializarlo en medidas a lo largo de esta legislatura, gran parte de la negociación estará ya hecha.
Las fuentes consultadas insisten mucho en que este documento debe ser la hoja de ruta para implantar importantes cambios en la forma que los autónomos declararán sus impuestos: desde la supresión del IVA para ciertos negocios con baja facturación, hasta la creación de una lista de gastos «objetivables» que podrán deducir los trabajadores por cuenta propia en IRPF sin que Hacienda requiera una justificación, así como la desaparición del sistema de módulos a través de un sistema transitorio.
Estas tres medidas, que son las patas principales de la reforma, van a conformar el futuro sistema fiscal que se va a ir articulando a través de distintos cambios que tendrán lugar, previsiblemente entre 2023 y 2027.